Criptomonedas, la nueva adicción

Las criptomonedas "Están sustituyendo a las apuestas deportivas"

Las criptomonedas son, básicamente, una apuesta. Como las acciones, o la Bolsa. El problema surge cuando no puedes parar.
Una de las claves de éxito de las criptomonedas es la posibilidad real, aunque no tan fácil como piensan algunos, de hacerse millonario. Y eso puede ser un problema para las personas con tendencias a la adicción.


Los datos cuentan que hay un porcentaje muy elevado de chavales que se están desenganchando de las apuestas deportivas y están sustituyendo esa adicción por la de las criptomonedas. “La intención es ganar dinero muy rápidamente, igual que en el juego, igual que en las apuestas deportivas”.


La “moda” de las criptomonedas está al alza desde la pandemia. Y, aunque en la mayoría de los casos es una inversión que implica decisiones arriesgadas pero racionales, para algunos ha desencadenado un problema de salud mental y dinero.


Los bombardeos de publicidad engañosa, prometen pelotazos fáciles en una época de crisis e incertidumbre y, entonces, se desencadenan los problemas.


Una espiral de riesgo y dinero


Cuando se invierte -como cuando se juega-, igual que se gana, se puede perder. Cualquier actividad que implique riesgo, puede crear adicción, por lo que la formación del inversor es muy importante.


Un profesional del trading no tiene nada que ver con un ludópata, en el hecho de que se distancia absolutamente de tomar decisiones emocionales. Todo lo contrario: son decisiones premeditadas, acordadas, estudiadas y bien analizadas, que tienen potencial matemático de dar beneficios en el largo plazo.


Precisamente para evitar la posible falta de información de los inversores, la legislación europea ha avanzado hacia un mayor control del mercado y ahora es necesario hacer el llamado test de conveniencia para comprar productos financieros regulados. Esto, en cambio, no ocurre con activos no regulados como las criptomonedas y las plataformas de intercambio se esfuerzan por ser “intuitivas” y, en algunos casos, “eliminar barreras” de entrada.


"Puedes entrar con 100 euros a una actividad en la que no se puede hacer nada con ese dinero”. Al menos, nada que sea “rentable y fructífero”.


Y así, el modo de usarlas puede acabar pareciéndose mucho al de un casino y pueden desencadenarse las mismas dinámicas adictivas. “Uno no siempre gana y, como sucede con los juegos de azar, ya no se juega solo para ganar dinero, sino para intentar recuperar lo perdido”. “Ahí es donde se pierde el control. Se convierte en un problema adictivo cuando cada vez se está empleando más tiempo y más dinero”. A veces, incluso, el que no se tiene.


"Solo han ganado unos pocos y crees que son la mayoría"


La inversión en criptomonedas se asocia con las apuestas o con el juego, porque muchas personas que están promoviendo esta actividad no tienen idea de lo que hablan y, por ello, lo plantean como si fuese algo seguro con lo que ganar muchísimo dinero.


“En un nicho como el de las criptodivisas, la publicidad de YouTube está muy bien pagada, por lo que mucha gente se ha sumado a la ola sin ser profesional. A esto, suma las comisiones que pueden pagarles las plataformas por atraer a nuevos usuarios a su comunidad. “No tienen ningún tipo de responsabilidad, porque no hay nadie que regule eso. Pueden decir cualquier barbaridad, que las dicen, para que gente inexperta confíe”.


En esta clase de contenidos en YouTube o TikTok pesan también el “prestigio social” y “estatus” que se confiere a las finanzas, así como los valores de una “sociedad consumista y materialista”. Se fomenta ganar dinero fácilmente y, a ser posible, con el mínimo esfuerzo. Estamos hablando de una nueva adicción emergente”.
Se cuenta cuando se gana, pero no cuando se pierde y esto genera falsas expectativas. Solo han ganado unos pocos y crees que son la mayoría.


Más educación y prevención


Al cada vez más creciente número de personas que pueden caer atrapadas en una espiral de ludopatía por la inversión en criptomonedas, se les recuerda que no tienen que avergonzarse y que lo mejor es buscar ayuda profesional.
“No se tiene que entender que una persona que pierde en criptomonedas es menos inteligente. Hay factores que no se pueden controlar”, asegura, y pide que las campañas de prevención de conductas adictivas incluyan ya este ámbito.


A quienes estén interesados en invertir en criptomonedas que busquen a los “referentes correctos”, aunque no sea fácil en un mundo que apenas cuenta con 13 años de recorrido. Pero los hay, hay que saber encontrarlos, informarse y pedir credenciales para saber a quién se está escuchando.


Las criptomonedas pueden ser una "oportunidad", dice, pero nunca son un juego.