¿Qué riesgos entraña el uso de Instagram?
¿Que peligros entreña Instagram?
Las aplicaciones de moda de los dispositivos móviles conectados a Internet, smartphones y tablets, cambian y evolucionan a gran velocidad.
Durante el pasado año ha crecido enormemente el uso de Instagram, red social basada en el envío de imágenes que se ha popularizado especialmente entre los más jóvenes. Así que, no es de extrañar que algunas personas se pregunten sobre los riesgos que conlleva esta nueva versión de red social.
El crecimiento ha sido tal que ha terminado 2016 como la segunda red social más utilizada desde el móvil en todo el mundo, solo por detrás de Facebook y muy por delante de Twitter. Parece que una de las causas que ha provocado tal éxito ha sido la reciente aparición del servicio de mensajería privada entre usuarios. En un principio solo se podían publicar imágenes a toda la red propia de seguidores, pero ahora se pueden enviar a una sola persona o pequeños grupos, lo que facilita un diálogo personal y la relación como red social.
Los riesgos no son muy diferentes a los habituales en otras redes, pero hagamos un repaso de los más directamente asociados.
• Geoposicionamiento: en esta red social podemos subir todas nuestras imágenes con ubicación exacta y el resto de usuarios pueden situarlas en un mapa. Cualquiera puede averiguar mucha información sobre nuestros lugares frecuentados y costumbres y podría hacer un mal uso de ella. Es aconsejable evitar esta opción de forma general.
Además, Instagram no elimina los metadatos de las fotos que se suben, lo que permitiría a quien tenga los conocimientos suficientes, saber los lugares donde se realizaron las fotos aunque el autor crea que no ha publicado dicha información. El modo de evitarlo es configurar la cámara del móvil para que no almacene la ubicación geográfica en cada foto.
• Sexting: por ser una red basada en imágenes y vídeos y además poder realizar envíos personales, la tentación de experimentar con el sexting probablemente sea mayor. Por supuesto no es un riesgo intrínseco a esta red social, pero al menos está igualmente presente que en cualquier otra que permita el envío de fotos y hoy, por desgracia, es una costumbre muy extendida.
• Ciberacoso: también el ciberacoso o ciberbulliyng se puede producir con facilidad, pues las fotos públicas con imágenes ofensivas hacia alguna persona son a menudo utilizadas para acosar y burlarse de las víctimas, donde además, cualquiera puede escribir mensajes asociados a la imagen.
• Enlaces a sitios malintencionados: las cuentas en sus perfiles pueden tener asociados enlaces a páginas malintencionadas, bien por que descargan algún tipo de malware o bien porque simulen ser otras de confianza (phishing).
• Aplicaciones falsas: otro riesgo asociado es la posibilidad de instalar la aplicación desde una página no oficial, siendo realmente un malware. Debemos instalar la aplicación siempre desde las tiendas oficiales de nuestro sistema operativo para asegurarnos de que se trata de la auténtica y no de una falsa con malas intenciones, como robar nuestros datos personales.
• Pérdida de privacidad: la publicación de fotos con detalles personales, como nuestros amigos, lugares que frecuentamos, niños menores de edad, detalles de nuestro hogar, etc. aportan mucha información a quien busca información para hacernos daño a nosotros o quizá a otros que aparece en nuestras imágenes. Hay que pensar seriamente en la privacidad y en las consecuencias sobre la seguridad antes de publicar. Los perfiles, especialmente de los menores de edad, deberán estar configurados como privados.
• Uso excesivo de datos: por último, recordar que las imágenes son archivos con alto contenido en datos, por tanto, un uso exagerado de esta red social consumirá rápidamente la tarifa plana de datos de nuestro móvil. El consumo de datos cuenta tanto si subimos fotos como si las descargamos para verlas.
¿Por qué es tan popular entre jovenes, niños y adolescentes?
El éxito de esta red social y sus #hashtags entre los niños y adolescentes españoles es incuestionable. Con más de 8 millones de seguidores en todo el país, Instagram está de moda, y mientras sea así seguirá creciendo y creciendo. ¿A qué es debido esto?
Esto ocurre porque, en buena medida, es percibida como una red juvenil, mucho más fresca y dinámica que las otras, con un acceso fácil desde los terminales móviles.
Facebook, por el contrario, parece una red quizá más dirigida a los mayores. Y la funcionalidad es sin duda el absoluto protagonismo es la fotografía.
En cualquier caso, al margen de las cuestiones relativas a la seguridad y privacidad que puedan surgir, es necesario trabajar con los menores de edad sobre dos aspectos en los que muchos de ellos han entrado a competir: el número de seguidores en sus perfiles, y el número de “Likes” o “Me gusta” que consiguen obtener en una fotografía.
Seguridad
Es muy común, aunque no se puede generalizar, el porcentaje de los chicos que aceptan peticiones de seguidores que no conocen, superando los 150-190 «followers», que es considerado el número «Dunbar» o la cifra máxima de personas con los que puedes relacionarte con éxito en la sociedad. Ellos creen que controlan porque han sido quienes han aceptado la solicitud de amistad, pero en realidad no conocen a la mayoría de individuos ni lo que pueden llegar a hacer con sus fotos.
Los adolescentes creen que el número de seguidores les confiere «categoría», un joven con 300 seguidores será considerado como mucho más popular que otro con solo 35 seguidores. Del mismo modo, una fotografía que es “premiada” por el grupo de seguidores con 100 ó 150 “Me Gusta”, será más valorada y motivo de gran satisfacción para quien la haya colgado. Este factor estimula de forma automática su cerebro, reforzando su autoestima y su nivel de aceptación.
Pero si un día reciben solo 8 likes se sienten fatal, hasta el punto de que llegan a retirar la foto. Prefieren tener menos imágenes colgadas en la red pero con más éxito entre sus seguidores.