Tendencias digitales previstas para este 2021
El coronavirus, ha marcado en cierta medida las tendencias para este 2021
Tras todo lo acontecido en el 2020 con el coronavirus, nos hemos visto obligados a cambiar muchas de nuestras tendencias de consumo y la manera de hacerlo. Compras, relaciones sociales, ócio y muchas más cosas se han visto afectadas por las situaciones de confinamiento y restricciones, de manera que se preveen unos cambios que se afianzarán este 2021.
Enumeramos algunos de estos cambios y tendencias para que te vayas poniendo las pilas.
Comercio electrónico: la búsqueda de la diferenciación. Con una sociedad que ha tenido que cambiar sus hábitos de consumo, las empresas necesitan posicionarse con más fuerza en el negocio digital, donde el usuario de Internet está a un simple clic de convertirse en cliente, pero con más distracciones y competencia que nunca. Por ello, es fundamental mantener una adecuada estrategia de marketing digital, buscar la creatividad en plataformas sencillas e intuitivas, y reforzar la imagen de marca mediante contenidos interactivos que al mismo tiempo permitan analizar el comportamiento de los usuarios. Aquí entran en juego la Inteligencia Artificial y el Big Data, que permiten identificar patrones de consumo y ofrecerles experiencias personalizadas. También existen asistentes de voz inteligentes, o tecnologías como la Realidad Aumentada que ofrecen nuevas formas de mostrar los productos.
Realidad Virtual: una nueva forma de vivir experiencias. Las limitaciones a la presencialidad han dado alas a estas tecnologías, que se han convertido en una potente alternativa para recrear multitud de actividades con sensaciones de máximo realismo. La RV tiene una capacidad perceptual de inmersión única frente a cualquier otro medio audiovisual, y no solo es ideal para el turismo y el ocio digital (visitar museos, asistir a eventos, etc.); también se fomentará su aplicación en actividades educativas y formativas de carácter práctico, como herramienta de tratamiento en procesos de rehabilitación y terapias psicológicas (superación de fobias, distracción del dolor, concienciación, etc.), además de en el ámbito del marketing y la publicidad, la arquitectura o el cine. Su amplio abanico de posibilidades está llevando a muchas empresas a buscar especialistas en esta área para impulsar nuevas líneas de negocio y estrategias empresariales.
Analítica de datos: la estrategia del éxito. Los datos se han convertido en el activo estratégico más importante. Los avances tecnológicos en el campo del Big Data están permitiendo a las empresas recopilar cantidades ingentes de información, y saber interpretarla es la clave para garantizar la mejor toma de decisiones de negocio. Además, la capacidad de procesamiento que aportan estas tecnologías ha hecho posible la aplicación de la Inteligencia Artificial a diversos ámbitos del entorno empresarial. Por ello, la analítica de datos ya no será exclusiva de sectores como la banca, los seguros o las telecomunicaciones: cualquier compañía de cualquier sector puede mejorar su productividad gracias a ella si implanta una clara orientación hacia los datos como estrategia empresarial. Así, los expertos en Big Data, Data Science y análisis de datos estarán entre los profesionales más demandados no solo en 2021, sino también en las próximas décadas.
Ocio digital: el boom del desarrollo de contenidos. El incremento en el consumo de entretenimiento digital ha acelerado una tendencia que se venía observando desde antes de la crisis, y que impulsará la contratación de expertos en el desarrollo de estos contenidos. Las plataformas digitales han ganado peso, han sido escenario de estrenos antes solo reservados para el cine, algunas como Netflix o HBO han reforzado su apuesta por la creación de contenidos de animación, y España se ha convertido en uno de sus principales proveedores. Los estudios de animación han recurrido a metodologías colaborativas para poder mantener sus ritmos de producción en remoto, y la técnica de la animación se ha ido implantando también en otros sectores de la economía. En lo que respecta a los videojuegos, su futuro estará marcado por dos claves: la Realidad Aumentada aplicada al entretenimiento y el juego en la nube, que puede dar la vuelta a todo el negocio del sector. Asimismo, el Big Data seguirá siendo elemental en la monetización de esta industria, especialmente en mobile y los social games.
Educación a distancia y teletrabajo: hacia modelos híbridos. La transición a esta nueva forma de hacer las cosas llegó de manera abrupta, pero en estos meses se ha modulado y se están adoptando soluciones híbridas, como el modelo de docencia telepresencial que combina alumnos en clase y en remoto implantado en universidades y centros de educación secundaria y bachillerato. Aunque la experiencia de la formación presencial resulta imprescindible en algunos aspectos, la educación va a evolucionar hacia un modelo mixto en el que sí habrá contenidos que puedan impartirse online. Del mismo modo, el teletrabajo ya no será una manera diferente de trabajar sino una parte de un nuevo modelo laboral. Desaparecerán los horarios fijos de oficina y los grandes espacios, pero conforme la epidemia vaya remitiendo se recuperarán las reuniones cara a cara. La tecnología permitirá llevar el puesto de trabajo a zonas con menor presión demográfica y urbanística, y eso va a suponer un incentivo para revertir la tendencia a la despoblación.
Ciberseguridad: más riesgo, mayor inversión. El hecho de que casi todas las esferas de la vida se hayan trasladado al entorno digital, así como el crecimiento del comercio electrónico, han multiplicado los riesgos de sufrir un ciberataque, los usuarios pueden ver expuestos sus datos y sus detalles de navegación, incluso la información sensible de su ordenador o su teléfono móvil. Por ello, resulta vital que las empresas adopten medidas de protección, pero también se necesitan iniciativas de concienciación de ciudadanos y empleados. Sin duda, las empresas invertirán más en ciberseguridad a partir de ahora, y existirá una mayor demanda de expertos en este campo (según el Cybersecurity Workforce Study, en España existe actualmente una demanda de más de 35.000 profesionales de esta área).