Sanidad califica de adictos a Internet al 18% de los jóvenes españoles

Sanidad califica de adictos a Internet al 18% de los jóvenes españoles

 


La nueva Estrategia Nacional de Adicciones recoge el uso patológico de Internet y de las nuevas tecnologías en los jóvenes españoles

La Estrategia Nacional sobre Adicciones contempla el uso compulsivo de las nuevas tecnologías.

El 18% de los jóvenes españoles con edades entre los 14 y los 18 años se ven afectados por las adicciones sin sustancia, que se refieren al uso de Internet de forma compulsiva. El dato lo difundió el Ministerio de Sanidad a la luz de la aprobación de su nueva Estrategia Nacional de Adicciones, que recoge por primera vez las patologías relacionadas con el uso de las nuevas tecnologías.


"Vivimos en sociedades cada vez más dinámicas y cambiantes donde el abordaje de las nuevas tecnologías es fundamental”, explica el texto de la Estrategia Nacional Sobre Adicciones 2017-2024, con el que Sanidad acopla todas las adicciones en una nueva estrategia y desecha el nombre de Estrategia Nacional sobre Drogas que le otorgó al plan en los años 2000 y 2008.


"Existe una preocupación creciente por el aumento del uso ‘patológico' de Internet, los medios digitales y las redes sociales, así como por el papel de las nuevas tecnologías como facilitadoras del acceso a y potenciadoras de otras conductas adictivas, especialmente de los juegos de apuesta y el juego online entre adolescentes, muy mediado por una publicidad agresiva”, agrega el documento.


Uno de los principales problemas que el ejecutivo ha encontrado con respecto al uso patológico de las nuevas tecnologías en la población adolescente es el juego online. El 9,8% de los menores de 18 años ha apostado alguna vez por medio de Internet, y el 44,8% de los adultos adictos a los juegos de azar ha apostado antes de los 18 años.


La Estrategia Nacional sobre Adicciones tiene el objetivo de prevenir las adicciones cuanto antes


Algunas de las medidas que se tomarán dentro de la nueva estrategia será regular la publicidad de los juegos de apuestas en espacios dedicados a menores de edad y ofrecer programas para instruir a los jóvenes en el uso de las nuevas tecnologías.


El ejecutivo quiere "dar una respuesta que sea eficiente para la prevención y la protección de la salud", según comentó Francisco de Asís Babín, delegado del Plan Nacional sobre Drogas. En un principio las acciones se enfocarán en los adolescentes porque, en palabras de Babín, el problema de la adicción hay que tratarlo cuanto antes.


¿Es usted adicto al movil? Mire los problemas que puede tener


El problema de mirar nuestros dispositivos sin cesar es tanto social como fisiológico. A esto se está exponiendo por no dejar de mirar su dispositivo móvil.


Sin importar quién seas, es casi imposible lograr que alguien se separe de sus juguetes móviles (más duro aún: ¿tus amigos o tu pareja parecen más interesados en sus teléfonos que en ti?).


El problema de mirar nuestros dispositivos sin cesar es tanto social como fisiológico. La cabeza del ser humano promedio pesa entre 4,5 y 5,5 kilos y, cuando la inclinamos para revisar Facebook, la fuerza gravitacional y la carga en el cuello aumentan hasta una presión de casi 27 kilos. Si esa posición es continua, ocasiona una pérdida progresiva de la curva cervical de la columna vertebral.


El síndrome del “cuello de texto” se está convirtiendo en un problema médico que un sinnúmero de personas está padeciendo, pero la forma en la que dejamos colgar la cabeza también representa otros riesgos para la salud.


Está demostrado que la postura influye en el estado de ánimo, la conducta y la memoria, y que encorvarse con frecuencia puede hacer que nos sintamos deprimidos, según el Centro Nacional para la Información Biotecnológica. Nuestra postura influye tanto en la cantidad de energía de la que disponemos como en el desarrollo óseo y muscular, e incluso en la cantidad de oxígeno que reciben nuestros pulmones. Nuestro lenguaje corporal está relacionado con la percepción de debilidad y poder.


Y la solución puede ser ridículamente sencilla: siéntate derecho.


Los psicólogos sociales aseguran que incluso estar de pie con una postura que refleja seguridad, con la cabeza levantada y los hombros echados hacia atrás, puede elevar el flujo de testosterona y cortisol al cerebro y evitar así gran parte de los problemas mencionados. De modo que, ¿por qué no prestamos atención a estas señales? Podría ser simple negación.


Los expertos afirman que la conducta de estar “siempre conectado”, a la que contribuyen los teléfonos inteligentes, hace que nos alejemos de la realidad. Y además de las consecuencias en nuestra salud, si nos mantenemos con la cabeza gacha, nuestras habilidades comunicativas y buenos modales también se verán afectados. Pero, irónicamente, no es así como la mayoría de nosotros nos percibimos. “Creemos que de alguna manera esta conducta antisocial no nos afectará en particular”.


Estas interacciones con la cabeza gacha nos alejan del presente sin importar a qué grupo pertenezcamos. Y no se trata de un problema que solo atañe a la juventud: está arraigado, es aprendido, emulado y repetido en gran parte imitando a los adultos. Cuando los niños ven a sus padres con la cabeza agachada, imitan esa acción. En consecuencia, hay una pérdida de pistas no verbales que puede mermar el desarrollo.
“Cada vez sucede con más frecuencia que dejamos de hablar con nuestros niños”. “Los ponemos frente a la tecnología cuando son pequeños y cuando somos mayores, quedamos absortos en ella”.


 “Pensamos: ‘De alguna manera, mis hijos sabrán distinguir entre una interacción buena y una mala; serán empáticos’. Pero cuando veo a siete adolescentes mirando sus teléfonos, sin que ninguno pronuncie una palabra, en ese momento hay una desconexión en todos los niveles. El problema no son las redes sociales, sino cómo las usamos”.


Un estudio de 2010 demostró que los adolescentes entre los ocho y los 18 años pasaban más de 7,5 horas al día consumiendo medios digitales. Desde entonces, nuestras adicciones digitales han continuado definiendo nuestra vida en ciertas formas: en 2015, el Centro de Investigaciones Pew reportó que el 24 por ciento de los adolescentes están en línea “casi de manera permanente”.


Los adultos están en la misma situación: de acuerdo con el Reporte de Audiencia Total de Nielsen del año pasado, la mayoría de los adultos pasa diez horas al día o más consumiendo medios electrónicos.


El Consejo de Seguridad Nacional reporta que el uso del teléfono móvil aumenta más que conducir en estado de ebriedad la probabilidad de que los conductores tengan un accidente, pues causa 1,6 millones de choques al año en Estados Unidos, la mayoría de los cuales son ocasionados por jóvenes entre los 18 y los 20 años. Uno de cada cuatro accidentes en Estados Unidos se debe al envío de mensajes de texto.


Los dispositivos móviles son la madre de la ceguera por falta de atención”. “Ese es el estado de la inconsciencia monomaniaca que se presenta cuando estás absorto en una actividad que te excluye de todo tu entorno”.


Investigadores de la Universidad de Míchigan aseguran que los niveles de empatía se han desplomado mientras que el narcisismo se ha disparado, lo que afecta el desarrollo emocional, la confianza y la salud cada vez que pegamos la barbilla al pecho y colgamos la cabeza como avestruces humanas.


 “Los humanos de verdad, de carne y hueso, son prioridad”. “Ignorar a las personas con las que estás es grosero, ya sea que los ignores a causa de tus amigos virtuales o lejanos”.


Los jóvenes y los mayores, todos conformamos una generación de casos de prueba, literalmente. Están cambiando las reglas de etiqueta, los buenos modales, el lenguaje corporal y la forma en la que respondemos, interactuamos e incluso miramos. Nos estamos perdiendo de toda una vida que ocurre a solo 90 grados por encima de nuestro teléfono.

Comienza a levantar la vista.
“Nunca seas el primero del grupo en sacar su teléfono”